miércoles, 5 de noviembre de 2008

La delincuencia en Ecuador

Hmmm.. Las ultimas semanas, ha venido sonando mucho el tema de la inseguridad, de los robos de los asaltos, asesinatos, etc. Por supuesto, todos se preguntan ¿qué hacer? otros dicen ¡Mátenlos! pero yo opino que es una excelente idea marcarlos.

El otro día, hablábamos en la oficina sobre este asunto y les comenté a mis compañeros que me parecía una buena idea marcándolos como en el antiguo Egipto; cortándoles las manos. Uno de mis compañeros, dijo algo muy cierto, que es que en ese momento lo convierto en un parásito, causándole una vida y muerte bastante cruel. Seguido, salió con una solución bastante buena e interesante. Un dedo!, cortarles la mitad del dedo medio (el de la mala seña) para que queden marcados, mas no pierdan su capacidad de depender de ellos mismos, pero que queden marcados como ladrones, para que la gente los identifique como ladrones.

Imagino que deben estar diciendo algo así como: ¿Y quién carajo atrapa a los ladrones? pues verán, en el punto en el que estamos, creo que la solución que un día me comentó un gran amigo es la solución; sacar a policías y militares por tooooda la ciudad de cacería :)

¿Cacería? si, cacería de ladrones. Se supone que los miembros de nuestras fuerzas armadas están entrenados para la guerra, por ende deben saber como camuflarse para que el enemigo no los vea. Entonces, ¿qué pasaría si se sueltan un gajo de policías, militares, infantes de marina y un par de helicópteros que sobrevuelen la cuidad a baja altura? y cuando digo un gajo, hablo de muchísimos, hasta atrapar a todos los ladrones.

¿Dónde carajo metemos a todos los ladrones?
Pues bueno, esto obligará a la entrega de la nueva penitenciaría en Guayaquil y la construcción de penitenciarías con normas estándar en las distintas ciudades del país. Si bien es un poco discriminatorio este tipo de procedimientos, el impacto que puede causar, llevaría a que antes de tan solo planificar un hecho delictivo, se pensaría de manera muy sería si hacerlo o no, pues nadie quiere perder la mitad de un dedo y pasar encerrado en la cárcel por un tiempo. Esto es menos o cero delincuencia.

Favor vistar el link de
penitenciarías

sábado, 17 de mayo de 2008

¿Mande?

Primermo que nada, me disculpo por la ausencia del mundo bloggero, pues he tenido un lapso de bloqueo mental, donde no sabía sobre que escribir, afortunadamente esto no es un trabajo, sino habría estado en graves problemas, en fin, una ves más pido disculpas y ahora si vamos al tema.

Han escuchado que muchas personas, al ser llamadas dicen "Mande"? No recuerdo quién fue, pero hace ya algunos años, me explicaron muy precisamente por qué no debía contestar mande y la razón era porque al responder de esta manera estaba aceptando una especie de sumisión, como esclavo al usar esta expresión con para responder cuando su amo lo llamaba; el debía ir con la cabeza abajo y responder "Mande, patrón".

Cuando me contaron esto, la verdad no me pareció nada agradable; quizá suene prepotente, pero a nadie le gustaría ser esclavo de nadie, o si? Pero lo que me molestó no fue el hecho de decir mande y de la historia que me contaron, lo que realmente me molestó fue que cuando yo escuché esta historia, ya no existía la esclavitud; sin embargo, se puede aprecia hasta esta fecha, la opresión que han sufrido ciertos sectores, la diferenciación de clases sociales por la falta de recursos para acceder a un mejor nivel de educación y vida en general. No me parece que se deba responder a un llamado usando "Mande" como respuesta, pues existen otros modos de responder con educación y respeto, como: "Dígame", "En que l@ puedo ayudar", etc.

Puede sonar ridículo, pero es que hay que entender que no solo es cuestión de una palabra, sino que es cuestión de actitud. Este cambio de actitud no solo debe ser por las personas pobres, sino también por los discapacitados de todo tipo, es imprescindible el entendimiento que también son personas con necesidades, sentimientos, etc., mereciendo nuestro respeto y consideración. Tratemos a las personas como personas, indistintamente su etnia, sexo, inclinación sexual, condición socioeconómica, discapacidad o aspecto físico. Este tipo de mentalidad debe incluirse en la formación de las nuevas generaciones. Evitemos que nuestros hijos respondan con esa palabra, cuando alguien nos responda con esa frase, respondamos que nosotros no mandamos, nosotros llegamos a acuerdos o se siguen patrones preestablecidos. Ve podrá ver un cambio de actitud en el trabajo y con las relaciones interpersonales, mejorando notablemente la forma de desarrollo de la gente y eventualmente del país. No creo la necesidad de aclarar que esto no es milagroso y que no solo depende de este cambio de actitud, pues es una de las tantas cosas que se necesitan para arreglar el país, pero se empieza de alguna manera.

Sea educado y cortés, trate a la gente como si estuviera tratándose a usted mismo, recuerde esta frase de la civilización Maya: "Tu eres otro yo, yo soy otro tu"
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